Al comenzar la investigación sobre los espacios domésticos, específicamente mi hogar en el cerro de Caracas buscaba rescatar la poesía como forma de resistencia en un ambiente violento y destinado al combate, la guerra doméstica del día a día, actualmente, la casa de la que partió todo el contenido visual que hoy sigo replicando se mudó de país y por eso encuentro pertinente abrir diálogo a la migración, contextos marginados y el cuerpo hablante. Es importante realizar piezas que dejen esas preguntas abiertas para que puedan ser contestadas y cuestionadas por quien las observa y de esa forma iniciar un debate interno y externo, aportando una mirada a la casa, al cuerpo y el traslado a través de diversas ejecuciones como ensamblaje, instalación e intervención espacial