Fascinada por las hojas, los tallos, las flores y sus colores, por las aves y su plumaje, por la figura femenina y su contorno orgánico, por los patrones que se crean en la naturaleza, Jennifer Pérez nos acerca a esta a través de sus características que son también las de su obra: exuberancia, saturación, colorido y yuxtaposición como si intentara mostrarnos a la naturaleza como hecho emotivo, como metáfora de lo ingobernable.